La pato aventura inicio el jueves por la noche, pues resulta que el camión para Xilitla ya llevaba su panza llena y no cabían las bicis, así que después de armar un relajo y reacomodar maletas (de todo mundo) y bicis, subimos al camión...
Pero para esto el chofer tuvo la buena puntada de reacomodar a los ciclistas hasta atrás del camión y al gilito le toco en medio llevando su bici sobre el pasillo todo el viaje...en fin un desmadre, por lo mismo no pudimos dormir.
Así que todos arribamos a Xilitla desvelados y adormilados, al bajar, la primera impresión es la del calor...ufff...así va a estar el viaje....
Que bonitas aventuras, me encantan los lugares que has recorrido, hace poco fuí a la sierra huasteca y quedé encantada con el lugar.
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